jueves, 24 de noviembre de 2011

UN EJEMPLO MÁS DE LA FALTA DE GARANTÍAS PROCESALES

Los artículos  153 y  157.2  del nuevo CÓDIGO PENAL ESPAÑOL  ha introducido el derecho de autor agravando los delitos cuando el infractor es el hombre. Esta situación está llevando a una caza de brujas de la cual es exponente el siguiente relato.

Jordi es un caso excepcional pues se ha demostrado su inocencia. Hay muchas personas inocentes en las cárceles a causa de la falta de garantías procesales principalmente en los tribunales de violencia contra la mujer que aunque se llaman tribunales especializados en la práctica son " tribunales especiales"  propios de un sistema totalitario
re de 2011

Un padre cumple condena al acusarle falsamente su hija de abusos que había cometido la pareja de su ex mujer

Acusado, enjuiciado y encarcelado por abusar sexualmente de su hija de seis años cuando en realidad era inocente. Parece el argumento de una película pero es una historia real que sucedió hace 13 años y que marcó para siempre a una familia. Después de seis meses de investigación, el programa El món a Rac1 ha reunido en el estudio a tres de los protagonistas de un suceso que se remonta entre los años 1997 y 1998 cuando Silvia, una niña de apenas seis años, le explicó a su madre que su padre abusaba de ella. La pequeña, cuyos padres estaban separados, efectivamente había sufrido abusos, pero el agresor había sido la entonces pareja de su madre. Explica que fue manipulada por el verdadero agresor y la falta de comunicación entre los padres (Jordi y Rosa Maria) derivó en años de sufrimiento.

El “calvario” empezó para Jordi cuando recibió la denuncia por presuntos abusos sexuales a su propia hija. Inmediatamente se le impidió mantener ningún contacto con la pequeña y tres años y medio más tarde la Audiencia Provincial de Barcelona juzgó los hechos. Aunque a Jordi se le hicieron dos perfiles psiquiátricos que evidenciaban que no cumplía con los parámetros de agresor sexual, fue condenado. Apeló la sentencia y volvió a perder. Es entonces cuando decidió ingresar voluntariamente en la cárcel. Can Brians se convirtió en su casa. Y asegura que siempre creyó que había sido su ex mujer la que había “maquinado” la historia.
La verdad, según han explicado, es que madre e hija fueron manipuladas por la pareja de la primera. Silvia, que ahora tiene 18 años, ha contado que su presunto verdadero agresor la “obligó” a decir que era su padre el que abusaba de ella y que solo se atrevió a contarle a su madre la verdad cuando ésta y su supuesto abusador se separaron. Pero la madre no le creyó: interpretó que la niña acusaba a aquel hombre para apoyarla ya que la separación había sido difícil.
Reencuentro a través de facebook
Años después Jordi intentó contactar a través de facebook con su hija y a raíz de ese mensaje Silvia le volvió a explicar a su madre quién fue realmente el abusador. Tras el sobresalto de la madre al conocer la historia real, padre, madre e hija pactaron una cita que fue “tensa” pero que sirvió para el “perdón mutuo” porque “los tres somos víctimas”, ha recordado la madre.
Jordi ha presentado una querella contra “el culpable que me quitó a mi hija, siete años y casi mi vida”. También pide una compensación económica por una sentencia que lo señaló injustamente.

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